MITOS HISPANOAMERICANOS:
1. LA
MUJER VÍBORA
Muchísimos años atrás, existía en lo que es ahora la
provincia de Santiago del Estero una tribu al mando de un cacique valiente y
generoso; su esposa, por el contrario, se mostraba egoísta y maliciosa. Cierta
vez en que la mujer estaba amasando frente al horno se apareció una viejecita.
La desconocida pidió humildemente a la esposa del cacique un pedazo de pan. La
respuesta de la malvada mujer fue
que usara los restos de masa que habían quedado adheridos a la batea para
hacerse su propio pan.
Con suma paciencia, la anciana
fue sacando la poca masa que había quedado pegada. Pero: ¡qué sucedía?, cuanto
más raspaba, más panes iba apilando. Cuando ya se iba con 10 que había
conseguido, escuchó un grito que la hizo detener. La esposa del cacique,
negligente, sacaba sus panes del horno totalmente negros: se habían quemado.
Furiosa, le quitó los panes a la anciana aclarando que "si suya era la
batea, suyos eran los panes".
La pobre anciana se fue con la
cabeza gacha, pero antes de alejarse demasiado, vaticinó: "Por haber
mezquinado tu pan a un anciano, te arrastrarás por el resto de tus días".
La esposa del cacique, cuando
se dio cuenta de la verdadera identidad divina de la anciana, se deshizo en
ruegos, imploró y lloró, pero todo fue en vano. Su cuerpo se metamorfoseó:
adquirió la forma de una enorme víbora con anillos rojos, blancos y negros como
las guardas de su poncho. Convertida así en micha, comenzó a reptar por el
suelo hasta perderse en la espesura.
CARACTERÍSTICAS DEL RELATO
COMIDA: el pan es parte de la comida de esta region
REGION: en santiago del estero
Valores : compartir,respeto
LEYENDAS HISPANOAMERICANAS:
1.
LEYENDA
EL ISONDU
Esta leyenda cuenta la historia de la creación del
isondú, también conocido como bichito de luz, luciérnaga o tuquito...Se dice
que, entre los guaraníes de la selva misionera, existía un joven llamado
Isondú.. Que despertaba la envidia de sus pares por ser muy habilidoso y por la
gran atracción que sentían las mujercitas, no solo de la aldea sino de toda la
región hacia él.. Isondú se destacaba tanto en la caza, como en la
pesca... Nunca se lo veía solo, ya que las jóvenes siempre encontraban
excusas para entablar alguna charla con el apuesto aborigen… Una noche, la
envidia de los demás fue tan grande, que se juntaron en el monte y construyeron
una trampa para Isondú, que regresaba de visitar a una jovencita. La selva
Misionera, era tan oscura que también tiñó de ese color los pensamientos
de los aborígenes que esperaban ver caer a Isondú en el pozo que habían hecho
con tanta hazaña.Y asi fue, Isondú cayó en la trampa… Cuando se hallaba en el
fondo, los demás le arrojaban piedras y palos que le hicieron tantas heridas,
que el cuerpo del joven guaraní se cubrió de sangre en un abrir y cerrar
de ojos.Grande fue el asombro de los envidiosos, al ver como el color rojo de
la sangre, que apenas se distinguia en la oscuridad, se transformaba en un
color fluorescente que se elevaban como gotas que iluminaban y resplandecían en
todo el techo de la selva formado por los árboles y enredaderas del lugar. Así fue
como Isondú vence con su hermosura a los envidiosos, y escapa de la
muerte, reencarnado en insectos que hipnotizan a sus enemigos con sus
espectaculares colores que se divisan desde lejos como una niebla
lumínica, generando alucinaciones que llevan a la locura a los mismos..Cuentan,
también.. que si algún hombre de buen corazón, y sin envidia, decide
recorrer la oscura Selva Misionera de noche, o costear el
Paraná, Isondú lo acompaña para aclarar su camino… De allí el origen del
ISONDÚ, Insecto que aún hoy, podemos ver, unos que otros por la ciudad, pero si
muchos cuando nos alejamos de ella...
CARACTERÍSTICAS DEL RELATO
Region: selva misionera, rio paran
Cultura: flora y fauna (luciernaga , peces, animales)
Valores: valentia, respeto, lealtad, envidia
2.
LEYENDA EL INDIO TRAIDOR:
La leyenda que vamos
a relatar es absolutamente verídica y ocurrió en la actual Calle del Carmen,
fue recopilada por el conde de la Cortina en uno de sus escritos. Dicho conde
afirmaba que después de la conquista hispana, las autoridades españoles
decidieron proteger a los indios mexicanos de noble estirpe que había sido
apresados o que se presentaron, voluntariamente, ante los españoles para
servirles, renegando de la supuesta tiranía de que habían sido víctimas por la
crueldad de Moctezuma Xocoyotzin. A cambio de la supuesta protección, los
hispanos los empleaban como espías delatores de posibles levantamientos
indígenas.
En una casa de la
nombrada Calle del Carmen vivía, a mediados del siglo XVI, uno de estos
indios renegados de noble estirpe. Realizaba las tareas de espía, y era
servilmente amigo del virrey, quien a la vez que lo apreciaba lo despreciaba.
Como pago a sus servicios, el indio renegado poseía varias casas en la ciudad,
extensos campos donde cultivaba maíz y otros vegetales, donde pastaba el ganado
y paseaban diversas aves de corral. El indio no carecía de nada, era rico, pues
además había heredado de sus antepasados anillos, brazaletes, collares de
chalchihuites, bezotes de turquesa y obsidiana, piedras preciosas y discos de
oro imitando al Sol y a la Luna, más una hermosa y valiosa vestimenta de fino
algodón con bordados de plumas de aves exóticas, así como cacles de excelente
cuero y tiras trenzadas con oro. Su casa estaba lujosamente amueblada con
icpallin maravillosamente tejidos, cómodos y suaves para el cuerpo; y con
bancos forrados de pieles de hermosos animales. Ni que decir tiene que su casa
estaba adornada con obras de arte debidas a excelentes artistas indígenas.
Por supuesto que el
indio había recibido el bautismo a manos de los frailes; se le había enseñado
el catecismo, por lo que el hombre, muy devotamente, iba a misa, se confesaba y
seguía todos los preceptos de la religión católica. Sin embargo, el indio era
socarrón e hipócrita, pues en un cuarto apartado de su impresionante casa,
tenía escondido un altar, como si se tratase de un adoratorio católico en el
cual se apreciaban varias imágenes del culto cristiano. Pero todo era una
pantalla, pues escondidos tras las imágenes católicas había ídolos mexicas que
representaban a varios dioses de la religión caída de los indios conquistados.
El indio engañaba a los frailes haciéndoles creer que era un buen cristiano,
cuando en realidad no sólo adoraba a ídolos “paganos” sino que llevaba una vida
disipada y degenerada, entregada a los placeres de la sexualidad, de la buena
comida y la bebida. Comía platillos indígenas llenos de chile y grasa, bebía en
jícaras pulques de todo tipo que le emborrachaban y embrutecían, y a los que se
agregaban ciertas drogas alucinógenas.
Esta continua vida
de disipación embrutecieron al indio a tal extremo que vivía lleno de
superstición y de un terrible miedo a la ira de los dioses que adoraba, y a los
tormentos que el diablo le infligiría, al cual veía pintado en los retablos de
las iglesias. Descompuesto y a punto del delirium tremens, en una de sus
borracheras se le apareció el dios Quetzalcóatl, y con una flecha de fuego puso
fin a los días, del indio traidor y servil. Moraleja: No se puede ni se debe
servir a dos amos.
Cultura: Comida: pulque, maiz, vegetales, chile, carne.
valores: lealtad, respeto
arquitectura: casas de indios renegados
CARACTERÍSTICAS DEL RELATO
dioses: quetzalcoatlCultura: Comida: pulque, maiz, vegetales, chile, carne.
valores: lealtad, respeto
arquitectura: casas de indios renegados
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